viernes, mayo 16, 2008

La fantasía de un "movimiento" anunciado

La fantasía de un "movimiento" anunciado

Por: Ricardo Rosselló, PhD

Perplejo. Así ha quedado el pueblo puertorriqueño luego de presenciar el acto de insolencia política más asombroso que jamás se haya visto en un año eleccionario. Un individuo que bien se ha ganado la reputación de haber sido el gobernante más incapaz de todos los tiempos, y que hace escasamente 30 días fue acusado de 19 cargos criminales por un gran jurado federal compuesto de puertorriqueños, se ha lanzado a ostentar nuevamente la posición electa de más alta jerarquía en la Isla.

Pero lo sorprendente no es tanto que el desmañado gobernante haya tenido la desvergüenza de postularse, ¡sino que se postula arrastrando a su partido hacia un cambio radical de posición ideológica, llamando "movimiento" a lo que todo Puerto Rico sabe es meramente una movida desesperada por salvarse a sí mismo, sin importar las serias repercusiones de sus actos! Para Aníbal Acevedo Vilá, no basta con mancillar su propia imagen y reputación con presuntos actos de corrupción, sino que para protegerse de lo que se le imputa a él personalmente y a 12 de sus allegados, decide arruinar también a su Partido, a nuestro gobierno y la imagen de todo Puerto Rico ante el foro local, nacional e internacional.
Un acorralado Aníbal, que llevaba tres años evadiendo a toda costa el tema del status, ahora que se ve en aprietos, de repente busca desviar la atención pública proponiendo un supuesto "movimiento" para crear una entidad puertorriqueña presuntamente 'soberana', pero siempre dentro de la continuidad del deplorable régimen colonial de hoy. El diccionario de la Real Academia Española define 'movimiento' como el "desarrollo y propagación de una tendencia religiosa, política, social, estética, etc., de carácter innovador". Los movimientos, por definición, son ideológicos en esencia, porque es el ideal común el que motiva la unión de voluntades.

Los movimientos verdaderos y sólidos nunca surgen de un solo individuo, sino de una necesidad real que mueve a un pueblo o un grupo a unirse en propósito. Y aunque siempre surge el líder —o máximo exponente— del movimiento, ese líder nunca está por encima del movimiento en sí, porque es la idea y el mensaje, y no la persona, lo que provee el elemento de adhesión, solidez, continuidad y supervivencia del grupo. En el caso del propuesto 'ELA soberano', se puede ver a tres leguas que en realidad se trata de una movida política ventajera con antifaz de movimiento.

La presunta "soberanía" propuesta, lejos de ser una necesidad nueva y real, se reduce a impulsar un mero cambio ideológico dentro de un partido político ya existente —un cambio al que una gran parte de la colectividad se opone— y que se plantea a la luz del relanzamiento de la candidatura de un líder político acosado por los tribunales. Aunque traten de pintarlo de la manera que quieran, aquí el futuro político del candidato PPD toma mayor prominencia que la ideología soberana. La fantasía de este presunto movimiento también se ve en la propia definición de 'soberanía nacional' que, según el diccionario, es aquella que "reside en el pueblo y se ejerce por medio de sus órganos constitucionales representativos".

De igual forma, ya todos los foros internacionales, incluyendo la ONU y la Organización de Estados Americanos, han identificado sólo tres —y únicamente tres— alternativas no coloniales que permiten el disfrute pleno de todos los derechos ciudadanos de un pueblo soberano. Éstas son: la independencia, la integración total como estado federado de una metrópolis mayor, o la libre asociación entre dos jurisdicciones independientemente soberanas que pactan un acuerdo mutuo de sociedad común. Las definiciones son tan claras y precisas como sencillas.

Y el tratar de cambiarlas a conveniencia para aplicarlas a una ilusión indefinida no es nada más que un ejercicio de craso engaño al electorado.Podemos ser plenamente soberanos bajo la independencia porque el único órgano constitucional representativo que existiría bajo ese escenario sería el que se establezca aquí por los nuevos ciudadanos puertorriqueños políticamente independientes.

También podemos ser totalmente soberanos bajo la estadidad, porque en ella, como ciudadanos americanos que queremos seguir siendo, sí tendríamos el poder de votar por el Presidente, el Vicepresidente y todos los representantes en la Cámara y Senado federales que estarían legislando y tomando decisiones a favor de nosotros sus constituyentes, los ciudadanos americanos de la Isla. Bajo la libre asociación, la soberanía sería compartida entre dos jurisdicciones ya independientes, que participarían en igualdad de términos y bajo consentimiento mutuo, pues cada cual tendría la plena potestad en ley de llegar a tales acuerdos.

Por eso es que todo Puerto Rico sabe que lo que Aníbal trata de imponer como la nueva ideología del Partido Popular no tiene nada de movimiento porque no nace de una necesidad real del pueblo, como tampoco es nada innovador. De hecho, es más de la misma demagogia que lleva exponiendo hace años, y más de lo mismo que el propio Congreso, en reiteradas ocasiones, ha declarado como totalmente inaceptable e inconstitucional. Y menos aun tiene de soberanía, porque no se puede ser "soberano" a menos que el pueblo tenga a la mano el poder de incidir directamente sobre todo mandato constitucional que se ejerza sobre él.

Conforme a lo que propone el gobernante acusado criminalmente, los ciudadanos americanos de Puerto Rico carecerían de soberanía porque no tendrían ningún derecho de votar directamente a favor o en contra de las leyes que se creen en el Congreso, como tampoco tendrían ninguna injerencia sobre las decisiones del Ejecutivo y del Judicial federal que afecten a Puerto Rico. En efecto, con lo que Aníbal plantea, la Isla caería una vez más en la trampa de seguir perpetuando la ignominia puertorriqueña de ser la colonia más antigua del mundo.

Puerto Rico sabe que Aníbal no logra nada con propulsar un cambio cosmético de tono nacionalista para un ELA desgastado e inoperante, que ahora se quiere colorear de palabras huecas y racionalizaciones fallidas. El perpetuar la colonia no tiene nada de innovador y absolutamente nada de soberano, especialmente cuando el pueblo entero se da cuenta de que se le está tratando de desnaturalizar con explicaciones sin sentido que nadie entiende porque nadie en su sano juicio las puede creer.
Ciertamente, no podemos quedarnos sordos y mudos ante la manipulación maquiavélica de un mensaje politiquero que busca seguir imponiendo con subterfugios el sistema colonial que lleva pesando sobre nuestra Isla por más de 500 años. Pero muy lamentablemente, hay muchos líderes de oposición que prefieren callar antes de crear conmociones que puedan afectar sus intereses personales.

Si vamos a tomar una decisión de envergadura que lleve a Puerto Rico por un camino certero hacia un futuro de progreso político, económico y social, apoyemos entonces con firmeza aquellas alternativas reales que nos permitan quitarnos de encima el yugo colonial que llevamos cargando por medio milenio.

La desinflada colonia no aguanta un parcho más, y menos aun un parcho mal puesto a conveniencia personal de un gobernante desacreditado. No le demos tribuna ni espacio a movidas nebulosas que no llevan a nada concreto, y vamos adelante a impulsar un "movimiento" de verdad que promulgue 'el desarrollo y propagación de una tendencia... de carácter innovador'.

Impulsemos un movimiento netamente descolonizador que establezca una soberanía real, bien sea bajo la independencia o la estadidad; un movimiento que nos permita crear un Puerto Rico nuevo, no colonial, donde podamos gozar de todos nuestros derechos ciudadanos a plenitud, conforme lo dictan las constituciones que nos rigen, las leyes internacionales, y según se desprende de la propia esencia de la democracia.

Podemos seguir callados y perplejos dejando que otros intenten llevar a Puerto Rico por rumbos ficticios; o podemos unirnos en propósito para alzar nuestras voces a favor de construir un futuro innovador, basado en una soberanía real. Está en nuestras manos decidir si finalmente, después de cinco siglos de descrédito, vamos o no a ponerle fin a la colonia.

Para contactar al autor, favor ir a su portal: www.ricardorossello.com.

1 Comments:

At 1:07 a. m., Blogger Unknown said...

Puerto Rico Estado 51, Un Sueño a La Venta

La campaña que se está conduciendo en Puerto Rico a favor de la Estadidad por
diversos grupos que favorecen la opción no la presentan como una finalidad con valor propio. La presentan como una forma de evitar la independencia. Ya hemos visto que esa seguridad la tiene el pueblo de Puerto Rico en la unión permanente bajo el Estado Libre Asociado de Puerto Rico basada en nuestra ciudadanía estadounidense protegida por la constitución y por la decisión del Tribunal Supremo de Los Estados Unidos. Se nos presenta lo beneficioso que sería para Puerto Rico ser el estado 51 pero no se analiza que beneficios, si alguno tendría los Estados Unidos al anexar a Puerto Rico como el nuevo estado 51 , entonces bajo que criterios los congresistas se convencerian para tomar una decisión favorable para Puerto Rico.La Comisión del Status señala además que una solicitud de Estadidad debe ser precedida por un deseo fervoroso de hacer frente a las rigurosas responsabilidades de ese status. La Estadidad se le presenta al pueblo de Puerto Rico, falsamente, en está campaña como una fórmula mágica de carácter político que resolverá todos nuestros problemas económicos y sociales. No se le habla al pueblo de sus graves responsabilidades . Lo cierto es que el Congreso no concede la Estadidad para remediar los problemas económicos de nadie. La concede, cuando el que la solicita demuestra que está en condiciones económicas de sostener el gobierno estatal y de aportar su parte correspondiente a costear el gobierno federal .
como lo establece en el artículo I sección 8 de la constitución de Los Estados Unidos
de América. Mucho menos ahora que la nación esta pasando por un déficit económico y la presidencia esta buscando recortar los gastos públicos nacionales con reducciones significativas en los programas de ayuda federal incluyendo la beca Pell y otros.Un buen ejemplo comparativo es el caso de Hawaii que antes de ser aceptado como estado de la union había cumplido con este requisito habiendo pago al gobierno federal $2,354 millones por contribuciones ,una cantidad mayor que
aquella que el Congreso habia gastado en el territorio A pesar de eso y de que en su
último plebiscito Hawaii produjo una mayoría de un 94% en favor de la Estadidad ,
a Hawaii le tomó 56 años para ser admitido a la unión después de ser rechazado
una y otra vez por el Congreso. Si eso fue así,¿ Qué puede esperar Puerto Rico el
territorio más pobre de la nación si los líderes estadistas lo lanzan en búsqueda de
ese status sobre la base falsa de que la Estadidad es un Santa Claus Político.

 

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