miércoles, diciembre 06, 2006

Sordos, ciegos y rudos



Sordos, ciegos y rudos
Por: Luis Dávila Colón

Una foto vale más que un millón de palabras. ¡Flash! Allá estaban toditas. Juntitas y revueltas. El Caníbal a la diestra, doña Marisara Pont en el medio y Victoria “Melo” Muñoz a la siniestra. En pleno agasajo “cívico” en el que el Partido Popular le otorgaba a doña Marisara la Medalla de Mérito Luis Muñoz Marín, dizque por dedicar su vida al servicio del partido, digo, del Pueblo.

La prensa cubrió el bautismo de muñecas como si se tratara de un acto seriote y cuasioficial. Los hijos de, agasajando a los hijos de. Hablando de trabajo, honor, patria, renovación, justicia social y todas esas vainas a las que nos tienen acostumbrados los populetes y que en realidad de verdad son puras pamplinas. En una línea hundida en la historia, ups, se coló el dato de que se trataba nada más y nada menos que de una actividad de recaudación con empresarios y contratistas del Partido Popular en un hotel de lujo de la Capital en que, ay bendito, el partido colonialista pasó el rastrillo navideño, y como quien no quiere la cosa, cepilló más de un cuarto de millón de toletes.

Al ventetú acudieron indistintamente políticos, contratistas, colmillús, y ups, en este gobierno “despolitizado”, los secretarios y jefes de agencias Silva Puras, el Cuco Pereira y otros.Mientras tanto, en Mayagüez el alcalde Guillito Rodríguez —por mi madre— proclamaba a Sila María Calderón “hija preferida” de la ciudad más abandonada por los populares. La doña quebró el país y siguió andando, pero todavía es considerada heroína nacional. Algo así como el “crack”. Nos dio un “high” pasajero de seis meses y un suplicio de seis años.

Pero volvamos al mentao “fund raiser”. La hipocresía, la ironía y el sarcasmo fueron reinas de la noche. En su perorata, el gobernador regañó a los ex gobernadores por tener privilegios de escoltas, carros y oficinas. De paso le echó agüita a sus quemados legisladores y habló de la imperiosa necesidad de cambio. El país pide nuevas caras y hay que rescatar —dijo don Caníbal— el Partido Popular de su afán por el poder.

Tenemos que regresar a las raíces de la justicia social. Unjú.

Por su parte, doña Marisara Pont, que la Cámara de Representantes le dio bola negra en el 2005 a sus aspiraciones a ser secretaria de estado porque era y que “muy partidista”, achacó la crisis por la que atraviesa el país a la falta de consenso y unidad causada a su vez por la proliferación y sobresaturación de medios de comunicación, que tienen mucho tiempo en sus manos y poco tema que contar. Los jefes de agencia, dijo doña Pont, le están dedicando mucho tiempo a los medios. La falta de consenso no nos permite trabajar.

Si Muñoz Marín hubiese gobernado en esta época, también hubiese tenido problemas. Los medios nos fragmentan pero la solución no es irse para Orlando, dijo la vieja propagandista de la colonia. Unjú. Vamos a empezar por el principio.Dudo mucho que don Luis Muñoz Marín hubiese gobernado robándose los votos en una elección, dejándose imponer por el Tribunal Supremo, cogiendo billetes de contratistas por debajo de la mesa, viajando a Europa a costa de empresarios, comprando con fondos públicos vajillas Christoffle en la Fortaleza y con $40 mil regalaos en trajes de diseñador Brioni que no se reportaron a Hacienda. Y por cierto, Muñoz nunca exprimió a los pobres como estos fanfarrones.

Si esa es la renovación y los estilos que invocan los hijos de, entonces deben empezar a contestarse el porqué de la crisis institucional, por qué abandonaron la justicia social, por qué el país no les respeta, por qué Puerto Rico está dividido entre ellos y nosotros, por qué miles están huyendo para Orlando y por qué razón —si Rosselló y sus empresarios eran tan corruptos— se permite que los jefes de agencia auspicien una actividad proselitista en la que se utiliza una medallita como subterfugio para justificar otro lavatón.El problema con los populetes, y digo populetes porque no tengo el menor respeto por los dueños de esta dictadura colonial, que no tienen sensibilidad, humanidad ni aprecio por todos los demás que no opinamos como ellos. Mucho menos por el país.

La primera hipocresía es pedir renovación, reforma y cambio dramático en una colectividad que ha representado por 60 años la contentura, la continuidad, la represión, el retroceso, la miseria, la violencia institucional, la sumisión a Hacienda, la corruptela, el padronazgo, la impotencia, la amargura, la socialización, el dirigismo, el autoritarismo y la plaga y la peste de todos los males que pueden existir en la política. Simple y sencillamente, el Partido Popular es irrenovable e irreformable porque representa el Régimen de la continuidad del mal. Que Aníbal Acevedo Vilá, “of all people”, pretenda darle lecciones de decencia, de justicia y de buena administración pública al país y a su partido tiene que ser un chiste mongo.

Si al PPD hay que rescatarlo del afán de poder, la pregunta es quién lo condujo ahí si no fueron ellos, los hijos de.Marisara Pont achaca la falta de consenso, respeto y unidad hacia el gobierno popular a la competencia y saturación de los medios de comunicación. Prensa, dicho sea de paso, que en su vasta mayoría está sometida y le hace las relaciones públicas al Régimen. De manera que presumimos que estará hablando de una exigua minoría de medios que fiscalizan y reportan con todas las limitaciones y mordazas. O sea, aun controlando todo, radio, televisión y los periódicos más poderosos, y aún controlando las juntas de directores, la banca y la sociedad civil del país, la doña lamenta que no los respetan y que no hay consenso y que los puertorriqueños salen corriendo al exilio. Solamente la prepotencia y la soberbia de gente profundamente ciega, sorda y ruda puede llegar a una conclusión como esta, después de los 6 años que hemos sufrido bajo el sádico yugo popular. Después de todo, en qué otro país que dice ser democrático el gobierno procesa criminalmente a los tres presidentes del partido mayor de oposición. O pregúntese en qué otro país que no sea comunista se le impone a la población una sobrecarga brutal de alzas, aumentos, tributos, contribuciones, tarifas que representa más de la mitad de lo que ingresan. O qué otro país puede ufanarse de ser primero en 60 renglones de todo lo malo incluyendo pobreza, salario, salud, educación, empleo.

El Partido Popular cultivó, cosechó y merece toda la repulsa, todos los oprobios, toda la falta de respeto, todo el coraje y la furia que siente ese país y que los medios apenas comienzan a reportar. Los populares no tienen perra idea del monstruo de la rebelión y el escarnio que han procreado con su sordera, su ceguera y su rudeza...

1 Comments:

At 12:03 a. m., Blogger Enrique said...

The anachronistic way that Puerto Rican political parties conduct business is almost laughable, if it wasn't so sad. The future of the Island can only be assured if it changes the paradigm away from the three political parties who still think people are stupid.

 

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