viernes, mayo 29, 2009

“Nos ha tocado recoger los platos rotos”

“Nos ha tocado recoger los platos rotos”

Por AP 29 de mayo de 2009

El gobierno puertorriqueño anunció el viernes que dejará sin empleo a 7,816 trabajadores transitorios, irregulares o de carrera en una primera ronda de cesantías.

“Este proceso es uno difícil pero la alternativa era aumentar el IVU, aumentar las contribuciones sobre ingresos y otras medidas que hubieran trastocado aun más a todos y cada uno de los puertorriqueños... nos ha tocado a nosotros recoger los platos rotos de otros, nadie pensaba que el déficit podría ser de sobre 3,200 millones de dólares”, dijo el gobernador Luis Fortuño al presentar las alternativas gubernamentales para asistencia a los perjudicados.

“El problema es que no tenemos cómo pagarle a estas personas”, añadió.

A los 7,816 empleados despedidos el viernes se suman otros 2,585 que se acogieron voluntariamente a un programa de renuncias incentivadas que el gobierno estableció en un intento de evitar cesantías.

Para cerca de 4,000 funcionarios su último día de trabajo sería el viernes.

“Hay mucha tensión, mucha incertidumbre y mucho miedo. Ninguno de ellos (de los despedidos) se va a parar a hablar por miedo porque tienen esperanza de que los vuelvan a contratar”, dijo Lydia Rosado a la salida del Departamento de Hacienda en labora hace once años.

Por su parte Enid Isaac, quien labora hace 21 años en Hacienda, destacó que los despidos aumentarán la carga de trabajo de quienes se quedan.

“Si ellos están ausentes, nosotros tenemos que hacer el trabajo y ahora el trabajo es doble”, dijo.

La Oficina de Gerencia y Presupuesto certificó que las renuncias incentivadas dejarán ahorros de 51.2 millones de dólares, mientras que el programa de reducción de jornada supone otros $80,000. Así mismo, las economías por la suspensión de aumentos salariales representa economías de 187 millones de dólares, para un total de $239 millones de ahorros proyectados para el próximo año fiscal.

Entre los empleados que se acogieron a las renuncias incentivadas y los que serían cesanteados el viernes, el gobierno logra un ahorro aproximado de 392 millones de dólares, lo que deja un balance de $1,608 millones en economías que aun faltan por alcanzarse.

Los 6,797 empleados transitorios cesanteados, laboran en el Departamento de Educación, Hacienda y Salud. Los 210 trabajadores irregulares o por contrato ubican también en Educación y en el Departamento de la Familia y la Administración de Rehabilitación Vocacional.

Mientras, los empleados de carrera que tendrán que dejar sus puestos trabajan en el Educación, Familia, Salud, Corrección y Rehabilitación y la Administración de Servicios de Desarrollo Agropecuario (ASDA).

En Educación, según el secretario Carlos Chardón, serán despedidos 6,095 empleados mediante cartas que serán enviadas por correo certificado el lunes.

“De estos, 5,749 son empleados transitorios por contrato, 120 empleados irregulares y 226 de carrera”, precisó Chardón en un comunicado.

Chardón aclaró que los despidos no incluyen maestros, bibliotecarios, enfermeras, médicos y trabajadores sociales.

García precisó que es posible que algunos de los empleados transitorios cesanteados, como maestros y personal del Departamento de Hacienda, puedan ser contratados nuevamente de ser necesario a lo largo del próximo año fiscal.

La próxima semana se comenzarán a implantar en casa una de las agencias planes de continuidad con el fin de estabilizar la operación de las dependencias afectadas en aras de minimizar el impacto en los servicios que prestan.

Tras anunciarse los despidos, las autoridades tuvieron que desalojar las oficinas de los departamentos de Salud y de Hacienda ante sendas llamadas al sistema 9-1-1 anunciando supuestos artefactos explosivos.


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