Tomás Jefferson, el padre de la democracia moderna y el entonces Secretario del Tesoro Federal, Alexander Hamilton, estaban en completo desacuerdo en su pensamiento sobre la relación de los ciudadanos y su gobierno. Jefferson, con su Fé en la mente racional y su visión optimista del gobierno del pueblo, puso su confianza en la tierra y el pueblo que lo cultivaba. El creía que el proposito del gobierno era garantizar la libertad de sus ciudadanos como individuos. Dado su temor a la tiranía, él desconfiaba de la centralización del poder y favorecía, en su lugar, la distribución del poder entre los niveles de gobierno federal, estatal y local.
Hamilton, sin embargo, desconfiaba del gobierno popular. "!Nosotros, el Pueblo!" (We, the People!), exclamó una vez, "!El Pueblo es una Bestia!" Mientras Jefferson enfatizaba las libertades individuales, Hamilton trabajaba para promover el comercio, la industria, y un gobierno central fuerte, bajo el cual, según él creía, podria desarrollarse la economía. El creía que para poder preservar el orden y la alianza entre el mundo de los negocios y el gobierno, la clase adinerada y la aristocracia rica deberia tener todo el poder político. Jefferson le ripostó, "Yo nunca he observado que la honestidad de los hombres aumente con sus riquezas."
Las instituciones politicas americanas y los objetivos sociales son de naturaleza Jeffersoniana. Inicialmente, la economia capitalista también se desarrolló en la nación precisamente por las lineas de Jefferson.
El enfoque fue precisamente en los valores de Jefferson, en particular su énfasis en el derecho a la vida como derecho fundamental. Se fortaleció el concepto del derecho al producto de los esfuerzos para sostener la vida ( o sea, el derecho al producto de su trabajo). La derivacion del concepto de la propiedad privada, como consecuencia de esa cadena de pensamiento, fué lo que establecio los fundamentos filosoficos del sistema capitalista como se practicó durante los primeros 100 años. No fue hasta el siglo 20, especialmente despues de la imposición intervencionista Hamiltoniana del Presidente Franklin D. Roosevelt, que se empezó a ver un movimiento hacia la visión Hamiltoniana en la economía.
El conflicto entre el pensamiento Jeffersoniano y Hamiltoniano continua hasta el dia de hoy. En Puerto Rico se protagoniza esta lucha. La hostilidad hacia la Nación Americana observada en Puerto Rico, manifestada por las élites intelectuales y ciertos sectores de la élite economica de la isla, que sigue las tradiciones de la élite en naciones latinoamericanas, se debe a una adhesión a la visión Hamiltoniana en la esfera politica: el caciquismo.
La élite en Puerto Rico tiene una renuencia a reconocer la preeminencia del Pueblo en los asuntos politicos. Esto los ha llevado a la colisión ideológica que vivimos hoy dia. La hostilidad que persibimos, dizfrazada en argumentos de "diferencias culturales", no es tanto a la Nación Americana, con quien la élite tiene lucrativas relaciones comerciales. Las hostilidad es a la visión de Jefferson, y, por consecuencia, movilizan sus recursos para combatirla.
Este articulo fue redactado originalmente por el grupo Acción para la preservación de la ciudadania americana.