El impacto mundial que Puerto Rico pudo haber tenido…
El impacto mundial que Puerto Rico pudo haber tenido…
En esta época navideña de reflexión y preparación para un nuevo año, me he puesto a releer uno de mis libros favoritos - "What If…" ("¿Qué hubiese sucedido si….?"), editado por Robert Crawley.
Este tomo presenta varios ensayos escritos por algunas de las mentes militares más brillantes de nuestra época, en los cuales se hace el ejercicio académico de analizar cuál hubiese sido el desenlace histórico de algunos de los acontecimientos más significativos en la trayectoria de la humanidad si éstos hubiesen sido influenciados por decisiones distintas a las que originalmente los produjeron.
El libro argumenta, por ejemplo, que si Hitler no hubiese tomado la decisión de invadir Rusia como lo hizo fallidamente, todo apuntaba a que invadiría el Medio Oriente, apoderándose así de todo el petróleo de la región, lo que hubiese convertido al régimen Nazi en una superpotencia mundial. Igualmente habla de que si Estados Unidos no hubiese accedido a la invasión de 'D-Day' que desembarcó en las playas de Normandía en Francia, la Rusia de Stalin hubiese terminado dominando toda Europa y nuestra historia de hoy sería totalmente distinta.
Claro está, todo esto es un ejercicio puramente académico que nos sirve para poner en perspectiva el hecho de que todas las decisiones que tomamos o que se toman a nombre nuestro – bien sea a nivel personal como seres humanos, como trabajadores, ejecutivos, profesionales, o colectivamente como pueblo – por más insignificantes que pensemos que sean, pueden tener amplias repercusiones en el futuro. Usando esta premisa como marco de referencia, podemos aplicar el mismo ejercicio a varios acontecimientos en Puerto Rico.
Tomemos como ejemplo la histórica decisión emitida el 29 de agosto de 2000 por la Corte Federal de Distrito en San Juan declarando que "los ciudadanos americanos residentes en Puerto Rico tienen el derecho a votar en las elecciones presidenciales y que los votos electorales tienen que ser contabilizados por el Congreso." La Corte Federal de Distrito también dictó que el Gobierno de Puerto Rico tenía "la obligación de organizar el mecanismo por el cual los ciudadanos americanos residentes en Puerto Rico ejercerían su voto en el próximo evento electoral (2000) y proveer la designación de las designaciones al voto electoral."
La orden de la Corte de que el gobierno de Puerto Rico debía actuar "con rapidez para crear este mecanismo" fue acatada rápidamente. El 10 de septiembre, la Legislatura radicó el proyecto que fue firmado ese mismo día en la Ley número 403, con efectividad inmediata, cuyo propósito era el permitirles a los ciudadanos americanos con domicilio en Puerto Rico el derecho a votar por el Presidente y Vicepresidente de los Estados Unidos. Por primera vez en su historia, Puerto Rico participaría en unas elecciones nacionales y tendría 8 votos en el Colegio Electoral estadounidense.
Las papeletas de Puerto Rico para los candidatos presidenciales Albert "Al" Gore y George W. Bush se enviaron inmediatamente a la imprenta. Todo iba viento en popa hasta que, lamentablemente, el 13 de octubre, una decisión del Circuito de Apelaciones en Boston declaró que no se le reconocía el derecho a los puertorriqueños a votar en las elecciones presidenciales ya que Puerto Rico no era un estado y sólo los estados podían designar electores al Colegio Electoral. "Por ende, los ciudadanos de Puerto Rico no tienen el derecho constitucional al voto…" dictaba la sentencia.
En las elecciones del 4 de noviembre de 2000, Puerto Rico no participó a nivel nacional. Esa fue una de las elecciones más cerradas en la historia de los Estados Unidos. Curiosamente, Al Gore ganó la mayoría del voto popular, pero George W. Bush ganó el voto electoral y terminó siendo Presidente. Fue una presidencia decidida por a penas 500 votos contabilizados y escrutados tras innumerables controversias en el estado de la Florida.
Pasando ahora al "¿Qué hubiese sucedido si….?", resulta interesante plantearnos cuál hubiese sido el panorama mundial si Puerto Rico finalmente hubiese podido ejercer su voto presidencial en las elecciones del 2000. Yo propongo que Puerto Rico hubiese ejercido un peso significativo a favor de Al Gore y por ende no hubiésemos vivido los pasados 8 años de Bush.
Mi premisa es la siguiente: Bush logró 271 votos electorales contra los 267 de Gore. Puerto Rico en ese momento tenía un gobernador del partido estadista, el cual presidía la campaña de Al Gore en la Isla. Al mismo tiempo, la mayoría del liderato del Partido Popular Democrático también trabajaba en la campaña de Gore, encabezada en ese bando por José Alfredo Hernández Mayoral.
Como si fuera poco, el candidato a la gobernación por el PNP, Carlos Pesquera, igualmente era un demócrata inmerso en la contienda nacional. Por lo tanto, es razonable pensar que el candidato demócrata hubiese ganado Puerto Rico y sus 8 votos electorales, asegurándole así a Al Gore el voto popular, además del voto electoral (Gore 275; Bush 271).
Asimismo, sería justo inferir que Al Gore, como el 43er. presidente de los Estados Unidos, nunca hubiese contemplado una guerra contra Irak. Esos $1,000 millones que se han gastado diariamente en el conflicto se hubiesen destinado a otras áreas tales como la salud, la educación, la creación de empleos, el desarrollo de pequeños negocios, y la investigación en energías limpias y renovables. La imagen de Estados Unidos ante el mundo sería una muy distinta hoy. Y no dudo que, agradecido por el triunfo electoral que le otorgara Puerto Rico, Al Gore hubiese luchado a brazo partido por resolver el problema del estatus colonial que tanto afecta a nuestra gente.
Cabe preguntarse, con Gore como presidente, ¿estaríamos en la situación de colapso económico que nos encontramos ahora? ¿Habría que subministrarle a la banca unos 700,000 millones de dólares para mantener la economía a flote? ¿Habría más adelantos significativos en las ciencias médicas y enérgicas?
De nuevo, todo esto no es más que un interesante ejercicio académico que nos ayuda a contemplar diversos escenarios de lo que pudo haber sido. Lo importante aquí no es tanto si estamos o no de acuerdo con los posibles cursos que hubiese tomado la historia bajo circunstancias distintas, sino más bien cuán significativo para el futuro puede resultar cualquier acto o decisión que se tome - o se deje de tomar - en un momento determinado.
Con este ejercicio, podemos apreciar que Puerto Rico estuvo a sólo un pequeño paso de haber cambiado significativamente la trayectoria histórica, no solamente de los Estados Unidos, sino de los eventos que han afectado al mundo entero en los pasados 8 años. Para aquellos que aún piensan que, por limitaciones de nuestro tamaño, recursos o situación política actual, no podemos influenciar ni aportar de manera relevante al entorno global, el ejemplo que presentamos sirve para recordarnos claramente de que todo es posible, y que cada uno de nuestros actos y decisiones tiene repercusiones futuras que impactan mucho más allá de nuestro entorno inmediato.
En este sentido, el acto retrospectivo del "¿Qué hubiese sucedido si….?" nos invita a reflexionar más profundamente sobre nuestro futuro, nos anima a desprendernos del inmovilismo y nos obliga a plantearnos la visión más proactiva de "¿Cuán lejos podremos llegar si logramos...?"
En sí, tenemos la opción de quedarnos inertes, plantados en el presente contemplando el pasado, o podemos mirar hacia el porvenir con decisión y optimismo para forjarnos el mañana que realmente buscamos. Como siempre, la decisión queda en nuestras manos.
Feliz Navidad a todos y un Próspero Año Nuevo.
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